martes, 11 de marzo de 2014

Esa dama de Kate O'Brien (Edhasa, 345 pág.)


“Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli y duquesa de Pastrana es uno de los personajes más intrépidos y fascinantes de cuantos se movieron alrededor de la corte de Felipe II. Una mujer que descubrió tardíamente la pasión y que afrontó con una endereza extraordinaria el escándalo y la cólera del hombre que en esa época ostentaba el poder absoluto: el rey.”

1582, el sol no se ponía en nuestro imperio, me gusta mucho esta frase” parafraseando a Los Nikis empiezo la crítica de este libro que me regalaron por error. Y cojo esta frase porque de verdad  me encanta, porque estoy enamorado del Siglo de Oro español y porque la Princesa de Éboli siempre me ha resultado enigmática, supongo que será por el parche. Pero el libro es novela histórica y claro, uno se puede dejar llevar por la narrativa y tergiversar la Historia, que me parece que es lo que pasa aquí. Leyendo el libro uno piensa que  el trío amoroso formado por Felipe II, Antonio Pérez y Ana de Mendoza fue el causante de la debacle del Imperio. La descripción del Rey Prudente poniéndolo de auténtico hijo de la Gran Bretaña es el ejemplo más claro de que estamos ante una novela y si eres consciente de ello adelante con ella, a mi personalmente me ha parecido algo espesa pero también te digo que iba con algunos prejuicios, que he confirmado.

Frase: “…deduzco que le estáis diciendo a vuestra alma inmortal que espere a causa de la felicidad terrenal de Antonio Pérez.”

4/10

Alternativas: La princesa de Éboli de Manuel Fernández Álvarez. Antonio Pérez de Gregorio Marañón. Felipe II de Henry Kamen.

jueves, 6 de marzo de 2014

La puerta de la esperanza de J.A. Vallejo-Nágera y J.L. Olaizola (Círculo de lectores, 249 pág.)

 

Un recuerdo de mi adolescencia encontrado en la feria del libro antiguo y de ocasión de Murcia, no os digo lo que me costó porque me da vergüenza. El primer contacto que tuve con Vallejo-Nágera fue con 15 años estando en la playa y en mis manos este libro. Le cogí especial cariño a este psiquiatra que cuenta junto con su amigo Olaizola una breve historia de su vida cuando le diagnostican un cáncer que no tardará mucho en llevárselo. Cuando olvidé este libro y leí muchos años después otros títulos de Vallejo-Nágera mi concepto cambió y lo tuve como un snob algo insufrible, pero al releer La puerta de la esperanza le he vuelto a coger cariño, entre otras cosas porque él mismo reconoce que es un snob.

En el libro hay un fragmento en el que Vallejo-Nágera le indica a Olaizola que no le gustaría que el libro tuviera un aire moralizante, pero creo que no lo consiguen, más por la dirección de las preguntas de Olaizola que por las respuestas de Vallejo-Nágera.

En definitiva el libro es una biografía contada por un amigo semanas antes de su muerte, con esto no digo que sea lacrimógeno pero si una loa a las virtudes de Vallejo-Nágera, que ojala tuviera yo. Olaizola deja tan claro que también quiere contar los defectos de su amigo que al final no quedan creíbles, normal cuando estás entrevistando a un amigo en la cama y viendo que puede ser el último momento que tengas con él.

7/10